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Editorial del libro
DC

Descripción

Batman: Año Uno

Ficha técnica
Título Original: Batman: Year One
Guión: Frank Miller
Dibujo: David Mazzucchelli
Entintado: David Mazzucchelli
Color: Richmond Lewis
Año de edición original: 1986
Editorial original: DC
Género: Superhéroes, Policíaco
Páginas: 48 páginas cada tomo.

Escribir una crítica de ?Batman: Año Uno? o del ?El retorno del caballero oscuro? no es sencillo, por muchos motivos. Además de porque se han escrito infinidad de páginas acerca de estas dos obras, que cambiaron de arriba abajo la imagen de Batman (véanse, si no, las imágenes de la película de 1966) en el histórico año 1986, y, de que, junto con Watchmen, cambiaron la concepción y el rumbo de los cómics de superhéroes, influenciando, por ende, muchos otros ámbitos del arte secuencial, además de todo eso, porque se trata, sencillamente, de dos obras grandiosas. Son, como dice la teniente Yindel acerca de Batman en ?El retorno...? demasiado grandes.

Batman: Año Uno, es todo menos un cómic de superhéroes, siendo eso, a mi parecer, una de las claves de su éxito. El propio Art Spiegelman, conocido por su poco gusto por el género, llegó a decir que, tras leer esta obra casi habría que amar el género de superhéroes. Pero es que esta obra no pertenece a tal género. Podríamos hablar de novela (gráfica) negra, de relato intimista, de drama en torno a las relaciones matrimoniales o de cómic de acción, pero de cómic de superhéroes tiene poco.

Para aclarar las cosas: El excelente guión de un Miller en sus mejores momentos (¡quién lo ha visto y quien lo ve, a este chico!) se centra en torno a dos figuras principales, que llegan a Gotham el mismo cuatro de enero: De un lado el teniente Gordon, que intentará redimirse de sus errores en Chicago, teniendo que hacer frente a toda la corrupción y la mafia reinantes en su nueva ciudad y su cuerpo de policía, a veces con métodos menos ortodoxos de a los que nos tiene acostumbrados. De otra parte, el multimillonario Bruce Wayne, que tras doce años de ausencia, emprenderá su particular venganza del asesinato de sus padres como vigilante enmascarado.

En su tono habitual, intimista y un poco crudo, Miller irá desgranando las pequeñas victorias y los errores de novato de ambos hombres en su lucha contra el crimen, centrándose más si cabe en Gordon, al que también veremos deslizarse, poco a poco, por el camino de la infidelidad a su embarazada esposa Bárbara, debido a su creciente cercanía con la sargento Essen. De fondo, como de pasada, conoceremos también la oscura prehistoria y la entrada en acción de Catwoman, personaje tan rico como ambiguo, y nos encontraremos con Harvey Dent y con Alfred, el fiel mayordomo.

Si el guión es bueno, la narración es verdaderamente excelente. Miller entremezcla las tramas y subtramas como en una sinfonía, armonizando especialmente bien los monólogos interiores de los dos hombres (cada uno con un lettering diferente: sería idea de Mazzucchelli?) cuyos caminos se cruzan tanto en sentido profesional como en sentido estricto varias veces a lo largo del libro, hasta el apoteósico final, que no podía menos que acabar en amistad.

La parte gráfica es de quitarse el sombrero. Es cierto que soy un fan de Mazzucchelli, pero es que cuando dibujó este cómic estaba en un especial estado de gracia, de verdad. No hay más que ver la sencillez y expresividad de su trazo, casi naturalista, sus claroscuros, su dinamismo. El layout destaca por la total ausencia de pautas, a diferencia de ?El retorno...?, lo cual da a la obra un cierto aire caótico, pero sin faltarle el ritmo, como en una buena pieza de jazz. No obstante, aparecerán ya aquí ciertos recursos formales que Miller repetirá en ?El retorno...?, como las viñetas en forma de pantalla de televisor.

El ambiente sórdido de Gotham y la ambigüedad moral de los protagonistas se reflejan en los colores sucios y nada planos de Richmond Lewis, también en ruptura con los colores tradicionales de los cómics de superhéroes, puros y chillones.

Una obra, en fin, redonda, influyente, importante y, para mi gusto, mejor aún que la alabadísima ?El retorno del caballero oscuro?, que, a pesar de su indiscutible riqueza argumental, desmerece un poco conforme se acerca el final.